El cambio de divisas, o Forex, también llamado trading FX, consiste en cambiar una moneda por otra, es decir, comprar una moneda y vender otra al mismo tiempo. Por eso las divisas siempre se operan por pares. Se pueden comprar o vender monedas para beneficiarse de la apreciación o depreciación de unas frente a otras.
Cuando compre bienes importados o cambie moneda para viajar al extranjero (por turismo, estudios, negocios o vacaciones) estará participando en el mercado de divisas. Además de estas finalidades prácticas, la mayor parte de la negociación de divisas persigue el objetivo de beneficiarse de sus movimientos de precio y se lleva a cabo online.
El mercado de Forex es el mayor mercado financiero y está abierto ininterrumpidamente durante cinco días a la semana. A diferencia de las acciones o de las materias primas, las divisas no disponen de un mercado centralizado. En cambio, son negociadas a través de una red global compuesta por bancos, brókers y agentes.
El mercado de divisas existe desde tiempos antiguos. Ya en el 259 a. C. se cambiaba el denario romano por el shekel israelí. El primer sistema monetario moderno, conocido como estándar oro, dio un paso adelante al fijar el valor de las divisas de los distintos países respecto a dicho metal, en la década de 1870.
Este sistema fue sustituido por el acuerdo de Bretton Woods a mitad de los años 40 del siglo XX, mediante el que se fijaron los tipos de cambio al dólar estadounidense, que a su vez se vinculaba al precio del oro.
El sistema de Bretton Woods colapsó a principios de los años 70 cuando el gobierno de los EE. UU. anunció la suspensión del valor fijo del dólar con respecto al oro. Había nacido el sistema de tipos de cambio flotantes.
Actualmente la mayor parte de los países han adoptado tipos de cambio libres para sus monedas, aunque sus bancos centrales pueden intervenir en el mercado para intentar controlar su valor de acuerdo con sus propias políticas financieras.
Las plataformas de trading online se abrieron paso en los años 90, gracias a los nuevos desarrollos tecnológicos. Sobre esas mismas fechas, la desregulación del mercado de divisas hizo que los particulares pudieran operar con ellas en cualquier parte del mundo. Entonces el mercado de divisas comenzó a crecer a un ritmo acelerado, a medida que la innovación en las plataformas de trading de brókers y dealers ampliaban las posibilidades del trading en Forex para un creciente número de pequeños participantes por todo el mundo.
Forex es, con diferencia, el mercado financiero más líquido y de mayor tamaño en todo el mundo. Su volumen diario de negocio se incrementa continuamente, desde los 539.000 millones de dólares de 1989 hasta los 6,6 billones de dólares de 2019. Se estima que superó los 7 billones de dólares en 2021.
Los participantes predominantes en el mercado se dividen en tres niveles.
En primer lugar tenemos los usuarios de mayor volumen: grandes bancos que pueden ser tanto comerciales como de inversión. Se los conoce como creadores de mercado. Operan para su propio beneficio y también en nombre de sus clientes.
El siguiente grupo de participantes son los grandes brókers que facilitan el acceso al mercado a los clientes institucionales y a los particulares. Estos dos segmentos aglutinan la mayor parte del volumen diario de negociación.
En último lugar tenemos a los clientes, que incluye a los inversores minoristas, ya sean organizaciones o particulares, que intercambian o adquieren divisas.