El trading de divisas conlleva riesgos, ya que el mercado puede moverse en contra de nuestras expectativas, resultando en pérdidas. El riesgo, en la terminología propia del trading, es la probabilidad de perder nuestro dinero. Al operar es inevitable asumir ciertos riesgos. No obstante, es fundamental que preservemos nuestro capital de aquellos riesgos que puedan pulverizar nuestra cuenta. Por lo tanto debemos identificar, controlar y mitigar los riesgos asociados mediante una serie de reglas conocidas como gestión de riesgos, cuyo objetivo es dominar los siguientes aspectos: minimizar las pérdidas y mantener los beneficios.
Matemáticamente, para compensar el saldo de la cuenta, mayores pérdidas exigirán mayores beneficios. Por ejemplo, si perdemos el 10% de nuestro saldo, necesitaremos ganar 11,1% para recuperar nuestro capital inicial, y esta ratio aumenta cada vez más a medida que crece el porcentaje de pérdidas. Si perdemos el 50% de nuestro dinero, necesitaremos obtener un beneficio del 100% para recuperarnos.
Capital de trading | Reducción | Saldo | Beneficio necesario para recuperar el saldo | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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La gestión del riesgo es una parte fundamental de un sistema de trading. Puede evitar que perdamos nuestra cuenta y ayudarnos a ganar confianza en nuestras operaciones. Echemos un vistazo a los pasos principales para aplicar una adecuada gestión del riesgo al trading de Forex.
Aunque los diferentes participantes del mercado tengamos distintos apetitos de riesgo dependiendo de nuestro estilo de trading, nuestros periodos favoritos y nuestros objetivos financieros, es fundamental que determinemos cuánto dinero estamos dispuestos a perder antes de abrir una operación concreta. Se recomienda no arriesgar más del 3% del capital en una sola operación, ni arriesgar más de lo que podemos permitirnos perder. Por ejemplo, con un capital de €5.000 el riesgo máximo por operación no debería ser superior a €150.
Las órdenes stop loss son un elemento fundamental de la gestión del riesgo. Para utilizarlas debemos conocer el lugar en el que abandonar la operación para protegernos de las pérdidas excesivas. Gracias a la stop loss podremos identificar nuestras pérdidas potenciales, llamadas pips en riesgo, que son la diferencia en pips entre el precio de entrada y el precio de stop loss. Por ejemplo, si fuéramos a comprar el par EUR/USD a 1,19500 y colocáramos una stop loss a 1,1930, tendríamos 20 pips en riesgo para esta operación.
El cálculo del tamaño de la posición nos ayudará a emplear el número óptimo de unidades en una operación, dado nuestro límite de riesgo y el escenario de trading. Por ejemplo, con un límite de riesgo de €150 y 20 pips en riesgo, el tamaño adecuado de la posición para la compra de EUR/USD a 1,19500 se calcularía así: Límite de riesgo por operación / Pips en riesgo = 75.000 unidades de moneda base, o 0,75 de un lote.
El siguiente paso en la gestión del riesgo es decidir una ratio de riesgo-recompensa en concreto para calcular por adelantado el momento en el que queremos asegurar nuestros beneficios. La ratio de riesgo-recompensa nos señala el beneficio potencial por cada dólar que arriesgamos. Si seguimos una ratio de riesgo-recompensa de 1:2, pondremos una stop loss de 20 pips para una take profit de 40 pips.